Una chica de Tennessee por nacimiento, Ginger Hooven llegó a Guatemala después de una temporada de trabajo por 4 años en” Pan para el Mundo”, una organización de políticas públicas con sede en Washington que trabaja en temas de hambre tanto en el país como en el extranjero. Ella se enamoró rápidamente de este país y su gente y se dio cuenta de que la creación de empleo legítimo podría permitirle a ella ayudar a aliviar el hambre a los más necesitados. Ella tomó un trabajo que representa un importador de EE.UU. para confeccionar ropa. Ella salió a las tierras altas, en busca de tejedores para desarrollar nuevos diseños no de las tradicionales telas típicas. En su apogeo de la producción, más de 400 pies de tejido artesanal, estaban haciendo hermosas telas para la confección de más de 2000 chaquetas al mes,ropa de última moda para la mujer. Más de 65 trabajadores cortan, cosen, y confeccionan la ropa para enviarlo debidamente a un mayorista. Mucha gente en las tierras altas que nunca habían sido capaces de recuperar sus pérdidas tras el terremoto de 1976 (que fue seguido por una guerra civil) lograron construir sus casas de bloques de concreto con techos de lámina corrugada con sus ganancias del trabajo del tejido y la confección de esta ropa.
En 1993 Ginger volvió su interés hacia la apertura de un restaurante, Café Condesa. Antes del trabajo en “ Pan para el Mundo”, Ginger había estado en el negocio de los restaurantes y catering en Tennessee. En Antigua, una querida amiga había abierto una librería en la Casa del Conde en el Parque Central. Ginger, después de ver el espacio, soñaba con una acogedora cafetería con deliciosa comida casera. Comenzando con 4 mesas y 4 empleados, el restaurante creció a un ritmo increíble. Hoy Cafe Condesa tiene la capacidad para más de 170 personas y cuenta con más de 65 empleados entre el restaurante y sus tres locales: Café Condesa Express. www.cafecondesa.com www.cafecondesa.com
En el año 2000 por su 50 cumpleaños, otro querido amigo que estaba de visita desde los Estados Unidos, inspiró a Ginger a comenzar una práctica diaria de yoga. Más tarde ese mismo año se abrió el primer estudio de yoga en Antigua, YogAntigua, en La Casa de la Música. (Ginger, había abierto un B & B en La Casa de la Música en 1998). Tanto el B & B y el estudio de yoga finalizó con éxito cuando Ginger decidió irse a los Estados Unidos para su posterior estudio de yoga, cerrando dicho lugar.
